Construyendo un futuro sostenible
para la agricultura
En Salicrop, los criterios ESG no son un añadido. Son nuestra hoja de ruta hacia un crecimiento resiliente, responsable y regenerativo.
No solo mejoramos semillas. Cultivamos un futuro.
Gobernanza: transparente, basada en la ciencia y escalable
Desde el laboratorio hasta el campo, la gobernanza está integrada en nuestro ADN.
Salicrop mantiene un fuerte compromiso con la transparencia, las prácticas éticas y la toma de decisiones basada en datos.
Colaboramos con socios de clase mundial, la Autoridad de Innovación de Israel, el BID y más.
Cada solución está respaldada por pruebas de campo, validación de terceros y protección responsable de la propiedad intelectual.
Nuestra tecnología es escalable, compatible y está lista para su implementación global.
Nuestro objetivo es ser un socio confiable en la construcción del futuro de la agricultura regenerativa.
Medio ambiente: Construyendo resiliencia climática desde la semilla
La agricultura está en la primera línea de la crisis climática. La tecnología patentada de mejora de semillas de Salicrop ayuda a los agricultores a producir cultivos más resilientes en condiciones extremas, como calor, sequía, salinidad y escasez de agua.
Se ha demostrado que reduce las pérdidas agrícolas hasta en un 50% en campos abiertos.
Sin modificación genética, solo preparación con respaldo científico
Apoya la agricultura de bajos insumos y reduce la dependencia del agua
Fortalece la biodiversidad al permitir el uso de variedades locales y adaptables
Combatir la degradación del suelo: Las soluciones de Salicrop permiten la agricultura en suelos salinos, reduciendo el abandono de tierras degradadas y previniendo la erosión del suelo y la pérdida de nutrientes.
Social: Empoderar a los agricultores, asegurar el futuro de los alimentos
La seguridad alimentaria comienza con quienes la cultivan.
Salicrop trabaja en estrecha colaboración con pequeños agricultores y grandes productores, garantizando que todos puedan beneficiarse de la agricultura climáticamente inteligente.
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Aumenta el rendimiento y los ingresos de los agricultores en India, España, Israel y otros países.
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Centrarse en la adaptación local y el apoyo a las variedades tradicionales
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Permite que las comunidades prosperen frente al estrés ambiental
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Impulsa los ODS de la ONU, especialmente el Objetivo 2: Hambre Cero